lunes, 1 de octubre de 2007

De las corridas de toros y otros abusos




En mi primer post dejé bien claro mi repudio por cualquier ente que dañe la vida de un indefenso animal. Pero lo que no escribí -aunque lo he dicho varias veces- es que si alguna vez piso una prisión, (por un delito que yo haya cometido) será por haber asesinado a un torero.

Tal vez muchos lo consideren un arte, un deporte... Pero es un asesinato. Así, con todas sus letras. La tauromaquia, en sí, es el arte de lidiar con toros, ya sea a pie o a caballo y su origen data de la Edad de Bronce. Sin embargo, la forma más conocida es la corrida de toros, en la cual, según sus adeptos, se sigue un protocolo muy estricto... Pero a fin de cuentas, el toro sale, si no demasiado lastimado, muerto.

El proceso es el siguiente:

1. Tercio de varas: Se torea al astado y se le golpea con una puya (de acuerdo a la RAE, punta acerada que en una extremidad tienen las varas o garrochas de los picadores y vaqueros, con la cual estimulan o castigan a las reses).

-1.1 Suerte de capote o tercio de quites: Se mide la embestida, fuerza y disposición del toro.

2. Tercio de banderillas: El torero clava en el lomo del toro las banderillas.

3. Tercio de MUERTE: El MATADOR realiza la faena de suerte y, finalmente, MATA al toro.

-3.1. Suerte de muleta: Efectuada por el matador o el alternante de más antigüedad.


Ahora, ¿es la corrida de toros un asesinato? Por supuesto que sí. Entonces, ¿por qué matar a un indefenso animal para entretener a un grupo de personas que solo quiere ver sangre?

Después de las corridas de toro, esto es lo que se hace:








Si la finalidad es matar al animal por su carne, ¿no es absurdo hacerlo con tal crueldad, haciéndolo sufrir tanto? Yo no soy vegetariana, (intenté en fallidas ocasiones serlo) y creo en los animales como fuente de alimento de los humanos, pero deploro las prácticas inhumanas que se usan en "actos culturales" como este.

Por si fuera poco, hace algunas semanas se realizó la primera protesta contra las corridas de toros de este año. Esta, realizada de forma pacífica, concluyó con golpes a los protestantes por parte de los "policías", quienes se atrevieron a botar a macanazos a cuanta persona pasara por el lugar, aún así estos no formaran parte de la marcha y, peor aún, no hubiesen hecho ni dicho nada.

Una vez más: ya es hora de que esto acabe. Si no lo hacemos ahora, ¿qué sigue? Tal vez luego hagamos una corrida de pollos para tener qué comer... Ni pensarlo.