Quiero hacerte llorar.
Debo vengar todas mis decepciones y documentar mi gran engaño. Debo adueñarme de ti y conocerte intensamente. Solo así podré herirte donde más te duela.
Pienso seducirte con mis mejores armas y luego hacerte suplicar. Usaré todas mis mañas y lograré hacerte llorar.
Te sentencio a sufrir las consecuencias de los traumas que me acompañan. Te condeno a una vida de dolor, sufrimiento y decepciones, tragos amargos, llanto y desilusión.
Vestiré de luto tu alma. Desgarraré tu abatido corazón. Jugaré nuevamente con tu mente. Suplicarás a mi nombre perdón. Y cuando haya terminado contigo sentirás que te mueres de amor. Mas no vuelvas nunca a mi puerta, pues cuando llames atenderá mi rencor.
Sábado 19 de junio de 2010.
Wow! Qué miedo! Qué buena prosa.
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