Debiste dejar que te amara y quedarte a mi lado.
Debiste ser aquel cuya llegada yo esperase todas las noches,
con mi sonrisa infinita de amor.
Debiste pensar antes de irte en todas las cosas que te
escribiría,
porque tal vez, si lo hubieses pensado, no te hubieses ido.
Debiste cerrar los ojos y dejar que yo te amara.
Debiste dejarme prepararte los postres que más te gustan,
todos y cada uno de mis días sobre la Tierra.
Debiste confiar en que te amaría sin reparo, sin contemplaciones,
dudas o desalientos.
Debiste ser tú quien prometiera amarme por siempre,
y debiste creer que sería yo quien te haría feliz.
Debimos seguir intentando.
Lunes 05 de mayo de 2014
Andas enamorada, mujer! Gusta! ;)
ResponderEliminarAndas enamorada, mujer! Gusta! ;)
ResponderEliminarParece, ¿no, dear? Pero no, te engañé. :)
EliminarDebiste dejarme intentar, debiste dejarte amar, debiste esperar, debiste hacer una pausa para darte cuenta cuanto te podría dar. Me encanta lo que escribes.
ResponderEliminarMuchas, muchas gracias. :)
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