jueves, 12 de diciembre de 2013

Veintiséis

Fuiste mío y de nadie. Te amé tantas veces como te odié tantas otras, con ese amor que te lleva a la locura, con ese amor que te lleva al odio.

Te odié como se aman los dementes y te amé como nunca supe amar a nadie más.

Tu cuerpo fue mío. Tu alma, no lo sé. Y me pregunto si existirá la posibilidad de que tú, estúpidamente, tengas la misma duda.

Te recuerdo y vuelvo a amarte, o mejor dicho, vuelvo a amar tu recuerdo, y a esa persona que no fuiste, que mi mente creó mientras yo estaba ocupada amándote y odiándote.

Estaba absorta en ti.

Me quedé por ti. Me perdí en ti. Me perdí en la ilusión del 'nosotros'. Me dejé llevar por tu sonrisa, y por el amor que sé que sentiste, pero que nunca fue realmente para mí, sino para tu propia ilusión.

Aprendí la lección, pero siempre me quedará el sinsabor de querer hacerlo todo de nuevo.

Si tan solo hubiésemos coordinado ilusiones...

Jueves 12 de diciembre de 2013

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