martes, 15 de abril de 2014

Facundo

Yo morí un 16 de noviembre de 1894, entre árboles, pasto verde -más verde que sus ojos- y bajo una lluvia ligera.

Sus manos me acariciaban con pasión, con más pasión que otras veces. Recorrían todo mi cuerpo, desnudo y rendido ante él. Sus labios las acompañaban por momentos.

Mis ojos estaban cerrados casi todo el tiempo, sobre todo cuando sus manos me tomaban por el pelo.

Nuestra ropa recorría el camino que nosotros recorrimos para llegar hasta allí, cuando recién empezaba la lluvia. Cuando nada hacía presagiar que me mataría.


Me besó en la mejilla y tomó mi mano. Me pidió que lo acompañara al campo, como lo hacía siempre.

Su esposa no sospechaba nada aún.

Yo tomé su mano también, como lo hacía siempre que él me pedía que lo hiciera. La apreté fuerte y corrí con él hacia el campo.

La lluvia refrescaba nuestros rostros, el verano ya se sentía llegar. Corrí tras él, corrí con él. Él corría huyendo, ahora lo entiendo, pero yo lo perseguí con tanto ahínco que él no lo pudo soportar. Fue como pedirle que me matara.

Cuando por fin sus manos rodearon mi cuello, mis manos rodearon las suyas. Lo miré, y él entendió. Todo fue más rápido de lo que pensé.

---

Volví a nacer el 22 de abril de 1943, sabiéndolo todo, y sabiendo también que él volvería a nacer, unos años después que yo.

Ahora mi nombre es Aurora. El de él, Facundo.

Siempre quise que mi hijo se llamara Facundo.


Martes 07 de enero de 2014

3 comentarios:

  1. ¿qué te animó para empezar a escribir en este blog?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No lo sé... Supongo que siempre me gustó escribir y que me lean.

      Eliminar
  2. Seria alucinante que pudiese pasar eso.

    ResponderEliminar

Shoot me.